El desarrollo sustentable, un concepto que hace tiempo era únicamente conocido en círculos académicos, paulatinamente ha ido permeando a la sociedad en general. Su interpretación depende mucho del contexto profesional y personal, sin embargo, hay aspectos del desarrollo sustentable que son claramente identificables por todos, por ejemplo, cuidar la naturaleza y la responsabilidad social empresarial.
La Responsabilidad Social Empresarial implica un modo de hacer negocios que reconoce los intereses de los diversos grupos relacionados con la empresa, entre los que destacan, clientes, empleados, proveedores, socios y población cercana al sitio donde se llevan a cabo las operaciones. Es una visión que integra el respeto a las personas, y los valores éticos con una visión de comunidad a la empresa sin dejar de lado el cuidado del medio natural, todo en aras del bien común.
Al hablar de Responsabilidad Social Empresarial es probable que lleguen a nuestra mente algunos conceptos relacionados como altruismo, filantropía, justicia social u otros similares, yo prefiero el enfoque de inversión social.
Un programa de inversión social puede parecer una tarea compleja al inicio ya que implica realizar una medición del impacto de las acciones de responsabilidad social que la empresa realiza. Para lograrlo, es necesario establecer indicadores cuantificables útiles para identificar el cumplimiento de metas. Comprender, mejorar y comunicar el impacto social de las empresas debe ser un ejercicio consciente y permanente. No es sencillo, pues medir el impacto sobre las personas tiene múltiples dimensiones y aún no existe alguna metodología que los integre y sea ampliamente aceptada.
Nuestra misión empresarial es “Realizar acciones por un México más sustentable” y para fomentar este pensamiento y accionar podemos comenzar con las siguiente máximas con el objetivo principal de aportar esfuerzos para conservar y rescatar rasgos de la identidad local que generen comunidades saludables:
Equidad de género: Garantizar la igualdad de oportunidades para todos sin importar sexo y orientación sexual y no discriminación, a través de prácticas para el desarrollo profesional de todos los colaboradores.
No discriminación: No se deben establecer distinciones entre colaboradores por motivo de raza, género, preferencia sexual, credo, condición social-económica, nacionalidad y/o expresiones culturales. No se debe atentar contra la dignidad humana ni anular o reducir los derechos y libertades de cada persona.
Cuidado a las mujeres embarazadas: No deben realizar trabajos pesados y durante su lactancia deben contar con reposos extraordinarios para alimentar a su bebé.
Contra de la explotación infantil: Es fundamental aplicar protocolos para detectar prácticas de explotación y maltrato infantil, incluyendo comercio sexual. Es indispensable proporcionar una infancia saludable a cada niño.
Contratación y desarrollo: Es importante fomentar el talento local, contratando colaboradores de la zona y reconocer su talento al promoverlos recompensando su esfuerzo. Se fomenta la contratación de colaboradores de la zona, así como su promoción a puestos de mando.
Respeto a los hábitos, derechos y tradiciones de los pueblos: En cualquier organización se debe respetar la cultura de la comunidad, apoyando en las actividades y costumbres que realicen habitualmente. Se respeta los hábitos, derechos y tradiciones culturales de los colaboradores y la comunidad, apoyando en las actividades que se realicen en las conmemoraciones más importantes.
La idea de una sociedad más informada, justa y comprometida es algo que nos proporciona un bien social en beneficio de toda la comunidad. Las empresas deben reconocer que su principal activo es la gente que trabaja con ellos y fomentar un buen desarrollo personal y profesional.
¿Cuáles son las actividades que tu empresa fomenta con la intención de un bien común?
Comments are closed.